En esta sección, te invitamos a descubrir las diversas colectivas defensoras del territorio que forman parte del proyecto y que trabajan incansablemente para proteger nuestras tierras y comunidades. Estas colectivas son fundamentales en la lucha por la justicia climática y los derechos humanos, creando redes de apoyo y solidaridad que fortalecen sus esfuerzos y amplifican sus voces.

Defender el territorio es defender la vida. Defendiéndola juntas. #DefensemLaVidaJuntes

Suchitoto- Red para la defensa de los bienes naturales

En Suchitoto existen varias amenazas a la disponibilidad del agua de los pozos y ríos del municipio: una macrogranja de cerdos que vierte sus residuos contaminando los ríos, empresas de monocultivo para generar biocombustible mediante la plantación y quema de especies invasoras como el zacate king grass, situadas cerca de pozos comunitarios y que acaparan el agua. Asimismo, el municipio cuenta con un embalse artificial de 45 kilómetros de largo, denominado «Suchitlán», que es importante para la pesca y la subsistencia de las familias, pero que también está amenazado por la contaminación de derramamientos.

En el año 2007, el municipio fue escenario de represión por parte de las autoridades de la época ante manifestaciones pacíficas en defensa del derecho al agua de los habitantes. Diez años después, en 2017, se impulsó una consulta popular para que el agua fuera declarada un Derecho Humano.

Olopa a Chiquimula

Actualmente, luchan por su derecho a la libre determinación y contra proyectos mineros autorizados por el Estado de Guatemala sin consulta ni consentimiento del Pueblo Maya Ch’orti’. Uno de estos proyectos es la mina Cantera Los Manantiales.

Ante la contaminación del agua y el medio ambiente provocada por las actividades mineras en su territorio, denuncian graves problemas de salud que afectan a las comunidades. Es importante destacar que, para defender sus tierras, sus bienes naturales y su derecho a vivir en un entorno libre de contaminación, las Autoridades Ancestrales han sido criminalizadas durante los últimos dos años por la empresa minera. En concreto, 11 Autoridades Ancestrales han sido perseguidas, de las cuales 5 han sido capturadas, incluyendo 2 mujeres. Actualmente, estas personas están bajo medidas sustitutivas y afrontan un proceso penal.

MOMUJEST - Movimiento de Mujeres de Santo Tomás

Santo Tomás es un municipio que cuenta con un bosque nativo importante, declarado zona de reserva forestal por el gobierno de El Salvador. A pesar de ello, la empresa obtuvo permisos para la deforestación y la construcción de un complejo residencial en un área de 68.000 kilómetros cuadrados.

MOMUJEST lideró la lucha contra este megaproyecto, una situación que significó amenazas y persecución legal para su presidenta. A pesar de haber perdido la batalla contra el complejo residencial, MOMUJEST continúa trabajando por la recuperación de los suelos de Santo Tomás mediante iniciativas de agroecología y forestería análoga. Además, articula su trabajo con las comunidades rurales de la zona y ofrece formaciones en derechos humanos a lideresas y habitantes de comunidades, así como estrategias para identificar y denunciar la violencia machista.

A pesar de los esfuerzos de MOMUJEST, Santo Tomás es actualmente uno de los municipios de El Salvador más afectados por las crisis hídricas recientes. Al encontrarse en una zona industrializada, con fábricas y carreteras próximas, se mantiene alerta ante posibles proyectos empresariales que puedan amenazar el territorio que aún queda.

Chicoyogüito en Alta Verapaz

En este lugar se ha identificado un cementerio clandestino donde han sido exhumados 565 restos de víctimas del conflicto armado interno. Por este motivo, la comunidad de Chicoyogüito continúa luchando por recuperar sus tierras y por buscar justicia por los crímenes de lesa humanidad que se cometieron en la antigua zona militar núm. 21, actualmente conocida como Mando Regional de Entrenamiento de Operaciones de Mantenimiento de Paz (CREOMPAZ).

A pesar de muchos años de trabajo para recuperar el territorio, Chicoyogüito aún no ha podido resolver su situación. Por ello, la comunidad decidió llevar a cabo una manifestación pacífica para exigir su derecho a recuperar las tierras ancestrales. Sin embargo, la respuesta del Estado fue la criminalización de 21 personas, que actualmente afrontan procesos penales.

Además, en Alta Verapaz, el territorio está siendo gravemente afectado por la construcción de proyectos hidroeléctricos de empresas españolas, como RENACE y MULTINVERSIONES, a las que el Estado de Guatemala concedió licencias sin consulta ni consentimiento del Pueblo Maya Q’eqchi’.

Defender el territorio es defender la vida.

Las defensoras de los derechos humanos luchan día a día, haciendo frente a graves amenazas para proteger los ecosistemas y sus comunidades. Tu voz puede marcar la diferencia en esta lucha por un futuro justo y sostenible. Súmate a #DefensemLaVidaJuntes y seas parte del cambio.